sábado, 23 de abril de 2011

Y hace exactamente 11 años,

un 23 de abril del 2000, salía por primera vez al aire... y nunca paré. Como siempre digo, el fuego camina conmigo. Algún que otro acierto tuve, muchas, pero muchas veces me equivoque. Hoy, desde mi corazón, quiero decirles gracias a todos los que me acompañaron, a los que están, a los que se fueron, a los que veo, a los que no, a los que amo en silencio y con lealtad, a todos los que día a día me escuchan. Perdón por este autobombo, si me hubieras dicho que llegaba hasta acá me hubiera reído. Y, finalmente, gracias a mi papá. Sé que se reiría y me tiraría de la oreja. 
Un día del periodista escribí ésto. 11 años después lo comparto. GRACIAS A TODOS: 


Ya lo sé. Envejecer siendo un periodista posiblemente sea esto: ir acumulando libros leídos dentro de mi, vidas estampadas en colores donde guardo más o menos ordenados todos los aromas del verano y los pequeños tesoros que están en mi corazón; todas esas cosas inútiles que te consuelan de todo lo perdido. En todo caso, ser periodista probablemente sea esto: adentrarse en el miedo bien armado de recuerdos, de canciones, de fotos, de pinturas, de sombras, de roces de telas en mi cuerpo, cuerpos que tuvimos, caricias precisas y hermosas secuencias de palabras, llenar con todas esas cosas un barco para cruzar el norte brumoso de uno mismo, este mar frío y final donde no hay islas y los peces apenas sobreviven. Este mar de tinieblas de amarguras y rencores y olvidos, un mar de conciencia que se disuelve, gente cada vez mas lejana; indiferencia hacia la suerte de uno y hacia los recuerdos cubiertos de polvo adonde nos aventuramos y echamos una mirada. Pasamos el día pensando, sintiendo que has estado alejándote de todo para llegar a todo. A veces tenés tu imagen de siete u ocho años corriendo a tomar el ómnibus escolar con la mochila apretada, tu rostro fresco y tranquilo, y de pronto te levantás y contemplás los movimientos de la calle sintiendote borracho y sabio. A veces, te sentís lleno de vida, y llega otro dia.
Ser periodista es llorar en playas rojas, conducir mundos agonizantes, sostener planetas con las manos. Ser periodista es lo más parecido a ser amigo del
espacio.


1 comentario:

Nadia Ruffener dijo...

Feliciraciones amigo! Como siempre es un placer leerte y escucharte! Que sigan los exitos por muchos años mas!