jueves, 27 de enero de 2011

Soy el locutor.

Así es, soy el que habla, soy el hombre que quiere ser palabras para beber tus lluvias con la piel de tu pecho. Soy el que habla, soy el que camina sin piernas bajo el cielo para frenar tus lluvias mansas, para tus lluvias fuertes, para todas tus aguas, las aguas como pedazos de tu piel infinita. Los días libres y las noches que no son más que cielos arrastrados por ángeles caídos. 
Soy el locutor, soy el hombre que habla. Tuyo es mi cuerpo, ese que se sostiene en las mareas más bajas vibrante en el medio del aire. Mi cuerpo se hunde en ríos transparentes y va soltando su aliento lentamente dándoselo de beber al viento.
Soy el locutor, el que habla hasta las lluvias de su infancia, las que crecían entre mis piernas aislando las veredas donde siempre me enamoraba.
Soy el locutor, soy el que habla por la memoria de los días hasta donde mi pecho recuerda las pisadas, como manchas de luz de las sandalias de mi padre y recuerdo los días cuando el cielo rodaba los ríos como un viento, y hasta el agua tan azul que mi padre entraba en ellas y respiraba. Soy el hombre que nada hasta los cielos con húmedas miradas largas.
Soy el locutor, soy el hombre que habla. Gracias te doy por los días, papá. Porque en ellos todavía mis brazos hacen ruido de alas.


1 comentario:

Anónimo dijo...

heeeyyy man. que lindo.. x. ah si estas leyendo ahora pasas a Patti smith? con Because the night ??! ;) gracias ey.. q estes bien!. chauu