miércoles, 8 de diciembre de 2010

Este grupo que hace tiempo

deleita vuestros oídos, acepta que los demás han fracasado. El instrumento principal de tales aseveraciones son vuestras caricias. Si pudiera abandonar mi papel y hablar, te aseguraría que el tiempo es la burocracia de tu espacio. Que yo no fui convocado para decir esto y vos tampoco para oírlo. Tu expresión legítima, tu sincera oscilación de pensamiento, acompañó tu carne fatigada por temporadas, entre tiempos o caserías. La verdadera causa emotiva se inclina en otra dirección, tu brillo que resplandece y clama. En lugares atestados, tu declarada aceptación de tus bajezas, tu naturaleza doble, tu estación específica, tu cuerpo que se abre para urgir la tolerancia. Mi quietud. Tu imagen fija que está a la espera de las coordenadas inservibles para abrir de una vez tu corazón.

No hay comentarios: