sábado, 30 de octubre de 2010

Bob Mould - Districtline

El mundo posmoderno te regala megaestrellas de rock que nunca compusieron una canción y también, por suerte, artistas enormes que nunca serán famosos pero que conocen a la perfección la arquitectura de la canción. Bob Mould es un claro ejemplo de esto. Desde hace más de veinte años viene forjando su leyenda sin dejar de caminar por los márgenes. En los años 80 dio cátedra de hardcore al mando de los emblemáticos Hüske Dü; en los 90 sacó brillo a la canción power pop comandando a los Sugar, coqueteó con la electrónica en Loud Bomb y se llamó a silencio hasta ahora.  Ahora nos regala un disco inevitable y hermoso, District Line.
Bob Mould vuelve a regalarnos pequeños milagros de tres minutos, delicadas gemas que recuperan la sonrisa y el brillo del día para vos. Un disco que hace hincapié en la fe y, si te aventuras a escucharlo, podrás sentir la respiración secreta del mundo.

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