Andrew Mc Mahon derrotó un cáncer que lo tuvo a maltraer un par de años. Sus dos discos son el testimonio luminoso de esa lucha. Aandrew demostró que a veces todo lo que se dice es invisible, que las palabras y las canciones siempre perduran sobre el silencio. Él te entrega su alma desnuda y te resguarda ante tanto desamparo y soledad. A veces estamos tan heridos de adioses, hartos de tantos naufragios, que necesitamos algo de qué olvidarnos, reverberar lluvias, no lágrimas, no desgarros, ni tampoco nuestra naturaleza huérfana de deseo. Sólo una ciudad, ésta, y una luna que te acaricie para silbar estas canciones que nadie canta. Solos, en el viento, en una ciudad vacía.
Dejá que tus ojos caminen cerrados bajo una lluvia que nadie espera. Nunca podre saber por qué estas canciones me encantan, yo sólo las vivo sin pensar y sin ningún ensayo. Si esta vida es sólo un boceto, yo quiero que Jacks Mannequin me ayude a vivirla como un pasajero de vidrio.
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