Pete Yorn apura una carrera impecable, sin sobresaltos y sin señas discretas, sin palabras para un buen entendedor. En este disco, nada vale tanto como el aquí y ahora. Un disco como una excusa para que no pase el tiempo, para que ningún cielo quede vacío, como un limbo improbable. Estas canciones son como la eternidad, alternativas que se caen, luces que se le apagan a la calma del día, canciones que no intentan disimular los rastros de la noche. Así se suceden como rastros en la multitud, como huellas en el fondo de los recuerdos, como manos en la lluvia, como arrugas que al pasar uno se percibe en el espejo. Pete Yorn se aleja de las sombras, sale de su lado oscuro, cambia de piel su corazón herido. Escuchás Back & Forth y no dejas de preguntarte cuándo acaba un amor, a dónde parte el que se queda, dónde se deshace el que se va, donde muere lo que nunca se vivió, dónde y cómo ocurre su demolición.
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