Jeff Tweedy no es sólo un rostro en la multitud, es algo así como una aguja en un pajar, una voz única entre todas las voces, una hoja en un bosque y una huella en el fondo de los recuerdos, un camino perdido. Tweedy se rehabilitó, se llenó de magia y se despejó de pastillas, alcohol y humo y, al pasar, conquistó a las arrugas en el espejo. En este disco los wilco muestran su espíritu separado del ego, saltan en una pata, cierran las ventanas y despiertan la pasion adormecida; van ciegos a buscar a su sirena, cambian la piel y a su orgullo herido, se alejan de las sombras y no temen cantarle al lado oscuro.
The album intenta buscar sus raíces, encontrar su luz. A veces siento que algunas preguntas se imponen, ¿hacia dónde parte el que se queda y dónde se deshace el que se va? ¿Dónde queda el que vuelve al mismo lugar? ¿Adónde estaba el que se queda en el camino? ¿Dónde muere el que nunca ha vivido? ¿Dónde ocurre su demolición? No te preocupes al final por nada. Wilco te ama.
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