martes, 2 de noviembre de 2010

Ahora hay alguien

que sabe qué significa el predigio de un descubrimiento. Nadie demuestra interés en tus días grises. Un mensaje hacia ningún lado enviado por error, una respuesta llena de buena voluntad. Amabilidad y cortesía que se convierten en droga. Inaugurar el ritual del día con ansiedad, con placer demorado. La espera diluida en incógnitas. Un infinito enfrentado, abierto a múltiples posibilidades. La fantasia proyectada, la ilusión de una vida nueva. Hacer foco en las palabras, la decepción, la rutina imparable, habitar nuevos espacios y que el medio se haga evidente. El miedo a lo desconocido, el terror a levantarte y no encontrar respuestas.

Ella me contó que se me habia colado en un sueño en el que me imaginaba sin conocerme y ella sonreía y me suplicaba por la delicadeza descriptiva. El mejor afrodisíaco, una locura maravillosa, una travesura anacrónica, experimentando que a veces el amor puede ser divertido. Un boceto de la nada, un borrador sin cuadro.

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