miércoles, 10 de noviembre de 2010

Quedate,

quedate así, sobre la playa, pero en los sueños. Sobre esa playa que es tuya. Un leve movimiento y la mañana puede asustarse y arrastrarse hasta una zona oscura. Quedate así, quedate en esta cama ajustada de un poco de dicha. Los minutos también sueñan esa distancia que siempre te devora. Puede crecer el sonido del viento, los días pueden incendiarse tras la demencia de las horas, la gente pude llegar, es casi el verano pero nada debe turbarte. Quedate así, abrazada a mí, como quien ha caminado mucho y se acerca a un descanso misterioso. 
Hay cosas que se pueden ver y otras que no desde un campo lleno de girasoles. Se puede ver el peso trillado de todos los soles sobre una cornisa, pero nunca es así porque ya sería demasiado el peso de la primavera sobre todas tus ventanas.
Voy a hacerte el bien. Es la única manera de no estar solo.

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