martes, 2 de noviembre de 2010

Esa tarde

ella vuelve a soñar y su sueño -o la recuperación del sueño- le parece la mejor de las señales posibles. Ella duerme para estar despierta a la noche, para que la recta del camino y sus latidos no la obliguen a cerrar los ojos. Entonces sueña, vuelve a soñar. En el sueño ella es otra y es la misma. No importa. Lo importante es que sí, ella es feliz. En su sueño ella conversa con alguien en una casa apartada de toda ciudad, una casa en la playa. No alcanza a ver su rostro pero lo intuye conocido. Ellos conversan y en un momento perfecto ella se oye a si misma decir: "...pero todo esto que te estoy contando paso hace mucho tiempo, cuando yo era otra, cuando estaba triste".


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